Somos herederos de la Roma clásica, sí, pero afortunadamente también somos muy distintos a ellos.
Atrás quedó la esclavitud, la infame posición social de la mujer, las guerras y su afán expansionista, la violencia, etc. ¡Menos mal!, yo me quedo con la herencia cultural y artística.
El periodista Jacinto Antón destaca en este artículo (Están locos los romanos) publicado hoy en periódico El País, todas esas diferencas que nos alejan de los romanos. Y es que han pasado ya ¡más de 2000 años!